José Joaquín Brunner: “Este Gobierno es más débil que antes de que entráramos al aniversario de los 50 años del golpe”
El sociólogo y exvocero de Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle dice que el Presidente Boric perdió el control del proceso de conmemoración y que esto debilitó la gobernabilidad. Piensa que ha resurgido una sociedad dividida en dos y que hay nuevos obstáculos con una derecha que se siente heredera de Pinochet.
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Comenzó a simpatizar con el Mapu cuando estaba estudiando derecho en la UC. Varios de sus compañeros militaban allí. No entró formalmente hasta tres o cuatro días después del golpe y desde Inglaterra. Había partido a Oxford a estudiar sociología.
Un día le pidieron ser anfitrión de una correligionaria chilena que llegaba por unas semanas. Se trataba nada menos que de la joven viuda de Eugenio Ruiz Tagle, un ingeniero Mapu al que la Caravana de la Muerte había fusilado en Antofagasta. Mónica Espinosa estaba viajando para respirar y tomar fuerzas tras la tragedia. Tenía a Josefa, su hija de meses, ahora sin padre. Apenas llegada Mónica, conoció al anfitrión designado, José Joaquín Brunner. Cruzaron la primera mirada y se enamoraron profundamente. Fue súbito, inesperado y feliz. De ahí en adelante se fueron a vivir juntos y, años más tarde, se casaron. 50 años después, tienen tres hijos y cuatro nietos.
Tres años después de haberse conocido, ya en 1976, volvieron a Chile y José Joaquín Brunner dirigió por 10 años la Flacso. Más tarde, el entonces militante PPD se convertiría en el vocero del gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
“Cuando pase la discusión de los 50 años, este será un Gobierno lleno de contradicciones. Hoy el país necesita mayor realismo para enjuiciar a la figura histórica de Allende”.
“Yo creo que, auténticamente, el Presidente intenta gobernar al país, pero no le resulta”.
“De cierta manera, ahora la derecha entera se ha proclamado como cómplice pasiva del golpe militar y de la dictadura”.“Chile Vamos es el que sale más lesionado. Ha ido tomando gradualmente distancia de un proyecto de derecha más moderno y con un sólido fundamento democrático”.
Ahora es profesor titular de la UDP, académico, director del Doctorado en Educación Superior. También investigador en temas educacionales, su especialidad. Y es columnista en un par de medios.
Tras una vida impactada por lo que se vino después del 11 de septiembre de 1973, analiza cómo se conmemoró, desde el poder, este aniversario 50 de la caída de Allende.
- ¿Cómo queda la sociedad chilena después de este aniversario del golpe militar del 11 de septiembre?
- La sociedad queda exactamente igual como estaba. Las sociedades son estructuras enormes, económicas, culturales, sociales, son aparatos productivos, son servicios de todo tipo. En realidad, lo que ocurre es en la esfera política, muy ligada a los medios de comunicación y esto repercute en el resto de la población. Creo que la sociedad enfrenta los mismos problemas que tenía antes del 11.
- ¿Quiénes fueron afectados por esta conmemoración del 11?
- La propia esfera política y eso es el Estado, el Gobierno y los partidos. Y, en un segundo anillo, los medios de comunicación masivos. Quedé enormemente frustrado con el proceso de los 50 años. Después de un enorme despliegue de energía, de ideas, de relato, de memoria, y de confrontaciones, salimos exactamente en el mismo lugar en que estábamos. Y retrocedimos, porque las posiciones principales volvieron a atrincherarse.
- ¿Por qué?
- Hay una mayor polarización y resurge esta sociedad dividida en dos, algo completamente absurdo. Siento una enorme frustración por los errores del Gobierno y del Presidente en este aniversario.
- Ahora, ¿cómo se ven afectados los actores principales?
- Este es un Gobierno más débil que antes que entráramos a este proceso de los 50 años. El Gobierno perdió el control del proceso que estaba con un diseño de origen de tratar de revisitar el pasado y recuperarlo con nuevas miradas. Y eso afirmarlo en el presente consolidando la unidad nacional proyectada al futuro. El día que ese proyecto se canceló, quedó claro que en su interior del Gobierno esta conmemoración de los 50 años ha tensionado a las dos coaliciones que lo apoyan.
- ¿Cuál es la responsabilidad del Presidente Boric en este retroceso?
- El Presidente y el Gobierno agudizan esta especie de nebulosa confusa. No queda clara la identidad del Presidente y del Frente Amplio, que es su principal soporte. Este Frente Amplio nació en total contradicción con la Concertación, pero necesita vestirse con la Concertación para tener una mínima eficacia en el Gobierno. Y, ahora, además, aparece arropado con Allende.
El símbolo, Allende
- El Presidente ha mostrado su más absoluta admiración por el Gobierno de Allende…
- El Presidente establece un vínculo retórico, emocional y político entre él y el período inconcluso del Gobierno de la Unidad Popular y el contenido que el Gobierno concibe es que “nosotros somos la continuidad de Allende”.
Todo es ridículo. El mundo es distinto, ya no hay guerra fría, no hay socialismos reales, ni una ideología socialista revolucionaria. No hay comunismo en el mundo, ni como sueño, ni como esperanza. Hay confusión. Para el Gobierno, su posicionamiento internacional también se vio borroneado en estos 50 años, en vez de haber sido su gran momento de afirmación democrática en América Latina. Se rodea de un grupo de Presidentes, que tienen tal grado de problemas que lo único que hacen es hacer eco a los problemas que Boric tiene en Chile.
La principal crítica que hago al Gobierno es que manejó todo con una perfecta inconducción (sic). Lo que no debió haberle pasado fue perder el control y la agenda. Esto resultó como una mazamorra.
- ¿Podría el Presidente Boric haber hecho las cosas de otra manera dado su discurso y su tipo de liderazgo?
- Creo que Boric tenía otras intenciones, que se vieron obstaculizadas por la propia inestabilidad interna en el Gobierno.
- La ceremonia más importante en la plaza de la Constitución se centró en hacerle un homenaje al exPresidente Salvador Allende como una especie de héroe.
- Una vez que Boric perdió el control, esto se transformó en un gran espectáculo mediático, y necesitaban tener un héroe, un mártir. Este relato centrado en Allende es muy lamentable. El propio Presidente, líder de una nueva generación política de la izquierda, que iba a transformar la política, está terminando amarrado a la Concertación, que fueron 30 años estupendos del país, pero que no le pertenecen. Y ahora recurren, más atrás, a la figura de Allende. Cuando pase la discusión de los 50 años, este será un Gobierno lleno de contradicciones. Hoy el país necesita mayor realismo para enjuiciar a la figura histórica de Allende.
- ¿Esta fue una oportunidad perdida para reconciliar por fin a los chilenos pasados 50 años?
- Fue una oportunidad perdida para fortalecer la gobernabilidad del país. El problema de la reconciliación es un problema sociocultural de largo alcance que tiene otro ritmo. Este es un golpe negativo, es un obstáculo nuevo para la reconciliación.
La derecha atrincherada
- ¿Qué significa que se debilitó la gobernabilidad?
- Que ha confundido y debilitado al Gobierno y empujado a la derecha a endurecerse en torno a su propio pasado. Su Presidente Sebastián Piñera declaró en 2013 lo de los cómplices pasivos de las violaciones a los DDHH durante el régimen militar. De cierta manera, ahora la derecha entera se ha proclamado como cómplice pasiva del golpe militar y de la dictadura.
- ¿Ese ha sido el error de la derecha en el cincuentenario del golpe?
- El propio Presidente Piñera, que gobernó democráticamente y pretendía un proyecto liberal de la derecha, declaró que hubo “cómplices pasivos”. Con esta derecha hoy ya no se puede ni mencionar eso. El conjunto de la derecha se ha polarizado. Tiende a su núcleo más duro, que finalmente se siente heredero de Pinochet. Chile Vamos es el que sale más lesionado. Ha ido tomando gradualmente distancia de un proyecto de derecha más moderno y con un sólido fundamento democrático. De esto es prueba el conjunto de las últimas declaraciones y la rigidez y la dureza de la derecha.
Entonces el país entero, en vez de salir mirando hacia adelante, quedamos mirando hacia atrás. Vemos los ecos del pasado y disputándose los restos y los escombros, una cosa completamente absurda.
- El Presidente Boric estuvo en contra de esta búsqueda ecuánime de ciertos acuerdos, estuvo con las víctimas...
- Por su propia desorganización en la conducción, se opacó la realidad. Lo único realmente importante que el Gobierno proponía de ahora para adelante, sin dejar de revisitar el pasado, era el Plan Nacional de Búsqueda para hallar la verdad en torno a los detenidos desaparecidos. Y éste pasó desapercibido por la refriega de todos estos días. Desgraciadamente, en el desorden de las cosas, salió bastante disminuido. Ni siquiera tuvo mediáticamente toda la repercusión que debió haber tenido.
- ¿Entre un 25% y un 30% de los chilenos, según las encuestas, apoya la gestión del Presidente Boric. ¿Está gobernando para ellos?
- Yo creo que, auténticamente, el Presidente intenta gobernar al país, pero no le resulta. No entiende bien, no ha tomado las decisiones complicadas que los Presidentes tienen que tomar para efectivamente poder llevar adelante una propuesta que atienda los intereses de todo el país. No tengo la impresión de que sea un Presidente sectario de la vieja izquierda que quiere encerrarse. Representó el intento de volver a replantear la izquierda en el siglo XXI. El Presidente tiene un cierto apoyo, pero no le sirve para sostener una sólida gobernabilidad.
El sociólogo y exvocero de Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle está frustrado. Dice que el Presidente Boric perdió el control del proceso de la conmemoración y que esto debilitó la gobernabilidad.
Piensa que ha resurgido una sociedad dividida en dos, algo que le parece completamente absurdo, y que hay nuevos obstáculos con una derecha más dura que se siente heredera de Pinochet.
Este es un Gobierno lleno de contradicciones con un símbolo y líder trágico como fue Allende, señala.
“Nadie puede querer revivir el 18 de octubre”
- ¿Usted espera que en el aniversario del estallido de octubre de 2019 que se avecina, encontraremos al mismo Presidente Boric de este 11 de septiembre?
- Él tiene comprensión del carácter democrático del país. No tengo duda que el Presidente y su Gobierno van a estar claramente con un discurso radicalmente distinto del que el Frente Amplio y el PC tuvieron el 18 de octubre de 2019.
- ¿Ahora el Presidente estará por sobre sobre los partidos y preocupado de la sociedad?
- Nadie puede querer revivir el 18 de octubre y para eso el Gobierno va a disponer el máximo de seguridad a lo largo del país y enfrentará la violencia con total decisión. Puede que los resultados no tengan la eficacia que la sociedad espera.
El estallido de 2019 tuvo que ver con una combinación perversa de violencia con grandes protestas civiles pacíficas que presentaron un conjunto de demandas. Si se repitiera, sería un shock tan grande para la sociedad como lo fue el anterior. La gente se quedó con la parte visible de la violencia y de lo que ocurrió con el metro, pero, en realidad, lo que conmovió más profundamente a la sociedad fue la enorme manifestación de protesta que hubo por distintas reivindicaciones. Veo a la sociedad de hoy día en otro estadio, en otra disposición.